viernes, 24 de julio de 2015

Porque no me gusta el frío (YO)

 La verdad que lo pienso, y hasta lo hablo con gente que piensa diferente a mi, pero no, no lo entiendo. No entiendo como hay gente que AMA el FRÍO, que AMA el INVIERNO. Si fuera por mi me iría a vivir a un lugar tropical con un VERANO ETERNO (Como la canción de aquella tira de televisión emitida por Telefé, "Verano del 98", un verano que duro como dos años, y que muchos de los que nacimos en la década del '80 nos sabemos las canciones aún hoy, casi 20 años después).

 Hasta me han llegado a decir amargada, amargada yo? Ustedes son los amargados que prefieren una estación donde todo el mundo viste con ropa oscura, emponchados de tal manera que apenas nos dejamos descubiertos los ojos, ya que tenemos que usar guantes y gorros, donde no alcanza con un solo abrigo, sino que parecemos el osito Bimbo o el muñeco de Micheline. 

Nos ponemos toda la ropa del placard encima para salir a la calle, pero en nuestra casa o en el trabajo nos sacamos todo porque la mayoría de los ambientes son climatizados (no es el caso de mi nuevo hogar que es más frío que la calle). 

En la facultad nos pasamos buscando el lugar más cercano a la calefacción, no importa si no llegamos a ver nada del pizarrón, lo importante es descongelarnos, al menos por unas horas. En los transportes públicos no hace falta calefacción, ya que con el calor humano alcanza y sobra. Lo mismo en el trabajo, cerca de una estufa o del split del aire "frío-calor". En el colectivo preferimos ir en el fondo, cerca del motor. 

Entramos y salimos de ambientes climatizados, lo cual (el cambio repentino de clima) nos termina haciendo mal, ya que es casi imposible pasar el invierno sin al menos resfriarse UNA VEZ, ni hablar de la tos, en ésta época del año todo el mundo va tociendo. Aún recuerdo que en el 2009 se expandió la gripe A (H1N1) y por ese motivo en todos lados había ventanas abiertas, ya que la Organización Mundial de la Salud la clasificó como Pandemia. 

Cuestión que todo el mundo tenía miedo a contagiarse, así que preferían tener frío, pero ambientes ventilados, que estar calientes en un lugar, yo era una de esas personas. En nuestro país murieron al parecer 137 personas por esta enfermedad, siendo el segundo país con mayores decesos, después de Estados Unidos.

Volviendo a mi desagrado por el frío... Todas las mañanas es una tortura sacar la mano de entre todas las frazadas (duermo con mínimo tres frazadas, ya que intento evitar la estufa eléctrica por miedo a que se me prenda fuego todo mientras estoy durmiendo) para buscar el celular y apagar la alarma del despertador. Cuesta salir de la cama para buscar la ropa, cambiarme, y empezar toda la rutina para ir al trabajo. Todas las mañana al auto también le cuesta arrancar debido a las bajas temperaturas, ni hablar de que las ventanas están congeladas por las heladas que solemos tener por las noches. 

Hace poco descubrí lo que es dormir con una bolsa de agua caliente, a falta de calor humano con quien compartir la cama de dos plazas, nos compramos una de esas famosas bolsas, la cual todas las noches la lleno con agua casi hervida y la pongo junto a mis pies. Porque otra de las cosas malas del invierno es que sufro de "mala circulación", motivo por el cual, en ésta época del año tengo las manos y los pies congelados durante todo el día. Además tengo que dormir con medias, hasta que mis pies obtengan una temperatura considerable.

En resumen, en invierno prácticamente todo me da paja: levantarme, bañarme, salir a trabajar, ir a jugar a la pelota, salir a trotar/caminar, ir a bailar, salir de paseo, etc etc etc. Una de las pocas cosas que no me da paja es cocinar algo al horno, ya que eso hace que se caliente un poco, al menos, el departamento. Me encantaría ser como los osos e hibernar unos dos meses, acostarme y simplemente dormir... y dormir...

Otra cosa que me molesta en el invierno es el momento de la ducha, de bañarme, cuesta desvertirse, hay que tomar coraje para ingresar al baño, pero toma mucho más coraje salir devuelta al frío invernal que nos espera detrás de las cortinas, lejos del agua caliente. Agarrar la toalla como si fueramos flash, secarnos lo más velozmente posible, cambiarnos, secarnos el pelo (cosa que en verano no hacemos) y salir devuelta a la realidad. 

En Junio y Julio en Buenos Aires si bien no nieva (salvo aquel 9 de Julio del 2007), llueve, o simplemente está nublado, feo y deprimente. Se suele escuchar más música romántica, lentos, esos temas que se complementan con el clima. Me dedico a mirar tele (pelis o series) mientras ingiero alimentos con muchas calorías (chocolates sobretodo), en la cama obviamente. 

Estoy como Crónica TV, contando los días que faltan para la primavera, hoy faltan 59 días aún...!!! 

Que vuelva el calor, los días soleados y con temperatura ideal para ir a tomar mates al lado del río, salir a caminar, ir a tomar algo en algún bar (preferentemente en la vereda), balconear tomando mates o simplemente leyendo, tomar sol (y así tomar un poco de color y dejar de ser Casper)... Con música alegre y que te tiren para arriba... 

El calor también tiene sus cosas, pero nada que una buena ducha o un amigo con pileta en la casa no pueda solucionar!!! 



Escrito en Julio de 2015 por Flavia A. Moar







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