Existe la amistad entre el hombre y la mujer, como también entre mujeres y entre hombres, sea cual sea su condición sexual. ¿Pero quién no se confundió alguna vez respecto de lo que sintió hacia su amigo/a? Tal vez están pasando por algo parecido en estos momentos.
Puede ser una amistad de años o de a penas unas semanas, el tiempo no importa, la cabeza va más allá de los límites y eso no lo controlamos. Como tampoco podemos controlar lo que sentimos, podremos ocultarlo, negarlo, pero tarde o temprano va a salir a la luz.
El tema central está en distinguir que pasa del otro lado, eso que muchos llaman "onda" o con la simple "buena onda" que tienen algunas personas (más cuando la conocemos y sabemos que no es así de "buena onda" con todo el mundo).
No creo en el "amor a primera vista" porque es demasiado superficial (si hay que ponerle un adjetivo a este tipo de "amor"). El amor es más que lo físico, depende de la química, mezclada con la biología, la sociología, la historia (somos consecuencia de nuestro propio pasado), lengua (la comunicación no puede faltar, desde la escrita hasta la corporal, como tampoco puede escasear el escuchar), matemáticas (no porque debamos ser racionales, sino porque los números están en todas partes: horas, días, meses, años, distancias, alturas, direcciones, peso, teléfonos, etc), música (a veces ni escuchamos, o solo lo hacemos cuando nos conviene, los sonidos influyen al igual que todo lo demás), psicología, etc.
En la escuela tenemos tantas materias, conocemos tantos profesores, pero el amor no aparece en los planes de enseñanza oficiales aprobados por el Ministerio de Educación.
La vida es nuestra escuela eterna, de la cual egresamos con la muerte. La vida es quien nos va a enseñar sobre amor y sentimientos, pero no hay teoría, sólo es práctica, el famoso "prueba y error", el tropezarse, caer y levantarse. Tantas frases hechas y recontra dichas se me vienen a la cabeza, de esas que te dicen para intentar levantarte. Algunos no entienden que las palabras se van con el viento, todo en esta vida lo relacionamos con palabras, pero a la vez tantas palabras no son nada, muchas veces son en vano si quien las percibe no las valora, o si llegan a un destinatario incorrecto o impensado. También está el caso de que quien las dice no las siente profundamente, y se miente a si mismo.
El tiempo es un factor importante, no solo por los tiempos verbales, sino por el momento en que se mandan y cuándo son recepcionadas las mismas.
Algunos también dicen: "la intención es lo que cuenta". Hay cosas que hacemos con cierta intención y terminan saliendo o generando otros resultados. Por eso la disculpa más repetida es: "lo siento, no fue mi intención". Un detector de mentiras para Navidad no me vendría nada mal.
Como siempre, me termino yendo por las ramas... y ya no sé porque empece con este "tema", va si sé, pero quiero olvidarlo...
Hay gente que es simplemente "buena onda" con todos/as, y en esos casos es muy complicado detectar si tiene onda justamente con nosotros o sólo es así, como lo es con los demás.
Por eso yo recomiendo ir de frente, encarar y sacarse la duda antes de que sea demasiado tarde, antes de que los sentimientos alcancen tal velocidad que no se puedan frenar y el choque con la realidad sea inevitablemente doloroso (Como dice el spot de la Asociación Civil LUCHEMOS POR LA VIDA: "Si se puede evitar no es un accidente").
Para aquellos religiosos que creen y siguen los 10 mandamientos, les diría que habría que agregar el "no jugarás con los sentimientos ajenos". Es una cuestión de ética, no entiendo como esa gente duerme con la conciencia tranquila después de haber lastimado un órgano vital para nuestra existencia y tan frágil como el corazón.
No hay que ilusionarse si la probabilidad no es altamente significativa, y mucho menos hay que ilusionar a otra persona cuando ni siquiera sabemos lo que queremos nosotros, ahí volvamos al tema de jugar con los sentimientos de otros. Acá es cuando me gusta creer en la teoría del "todo vuelve" (tanto en lo bueno como en lo malo), lo que das de alguna manera vuelve, tarde o temprano.
Siendo realistas es imposible que el ser humano, con un poco de sentimientos, no se ilusione ante la primera luz de esperanza, creyendo que tiene suerte de agarrar una onda verde cuando está con el tiempo justo.
Todos estamos de paso por la vida, sabemos cuando llegamos, pero no tenemos realmente idea de cuándo vamos a tener que partir. La inmortalidad no existe, la piedra filosofal y el elixir de la vida son sólo mitos, hasta que se me demuestre lo contrario...
Puede ser una amistad de años o de a penas unas semanas, el tiempo no importa, la cabeza va más allá de los límites y eso no lo controlamos. Como tampoco podemos controlar lo que sentimos, podremos ocultarlo, negarlo, pero tarde o temprano va a salir a la luz.
El tema central está en distinguir que pasa del otro lado, eso que muchos llaman "onda" o con la simple "buena onda" que tienen algunas personas (más cuando la conocemos y sabemos que no es así de "buena onda" con todo el mundo).
No creo en el "amor a primera vista" porque es demasiado superficial (si hay que ponerle un adjetivo a este tipo de "amor"). El amor es más que lo físico, depende de la química, mezclada con la biología, la sociología, la historia (somos consecuencia de nuestro propio pasado), lengua (la comunicación no puede faltar, desde la escrita hasta la corporal, como tampoco puede escasear el escuchar), matemáticas (no porque debamos ser racionales, sino porque los números están en todas partes: horas, días, meses, años, distancias, alturas, direcciones, peso, teléfonos, etc), música (a veces ni escuchamos, o solo lo hacemos cuando nos conviene, los sonidos influyen al igual que todo lo demás), psicología, etc.
En la escuela tenemos tantas materias, conocemos tantos profesores, pero el amor no aparece en los planes de enseñanza oficiales aprobados por el Ministerio de Educación.
La vida es nuestra escuela eterna, de la cual egresamos con la muerte. La vida es quien nos va a enseñar sobre amor y sentimientos, pero no hay teoría, sólo es práctica, el famoso "prueba y error", el tropezarse, caer y levantarse. Tantas frases hechas y recontra dichas se me vienen a la cabeza, de esas que te dicen para intentar levantarte. Algunos no entienden que las palabras se van con el viento, todo en esta vida lo relacionamos con palabras, pero a la vez tantas palabras no son nada, muchas veces son en vano si quien las percibe no las valora, o si llegan a un destinatario incorrecto o impensado. También está el caso de que quien las dice no las siente profundamente, y se miente a si mismo.
El tiempo es un factor importante, no solo por los tiempos verbales, sino por el momento en que se mandan y cuándo son recepcionadas las mismas.
Algunos también dicen: "la intención es lo que cuenta". Hay cosas que hacemos con cierta intención y terminan saliendo o generando otros resultados. Por eso la disculpa más repetida es: "lo siento, no fue mi intención". Un detector de mentiras para Navidad no me vendría nada mal.
Como siempre, me termino yendo por las ramas... y ya no sé porque empece con este "tema", va si sé, pero quiero olvidarlo...
Hay gente que es simplemente "buena onda" con todos/as, y en esos casos es muy complicado detectar si tiene onda justamente con nosotros o sólo es así, como lo es con los demás.
Por eso yo recomiendo ir de frente, encarar y sacarse la duda antes de que sea demasiado tarde, antes de que los sentimientos alcancen tal velocidad que no se puedan frenar y el choque con la realidad sea inevitablemente doloroso (Como dice el spot de la Asociación Civil LUCHEMOS POR LA VIDA: "Si se puede evitar no es un accidente").
Para aquellos religiosos que creen y siguen los 10 mandamientos, les diría que habría que agregar el "no jugarás con los sentimientos ajenos". Es una cuestión de ética, no entiendo como esa gente duerme con la conciencia tranquila después de haber lastimado un órgano vital para nuestra existencia y tan frágil como el corazón.
No hay que ilusionarse si la probabilidad no es altamente significativa, y mucho menos hay que ilusionar a otra persona cuando ni siquiera sabemos lo que queremos nosotros, ahí volvamos al tema de jugar con los sentimientos de otros. Acá es cuando me gusta creer en la teoría del "todo vuelve" (tanto en lo bueno como en lo malo), lo que das de alguna manera vuelve, tarde o temprano.
Siendo realistas es imposible que el ser humano, con un poco de sentimientos, no se ilusione ante la primera luz de esperanza, creyendo que tiene suerte de agarrar una onda verde cuando está con el tiempo justo.
Todos estamos de paso por la vida, sabemos cuando llegamos, pero no tenemos realmente idea de cuándo vamos a tener que partir. La inmortalidad no existe, la piedra filosofal y el elixir de la vida son sólo mitos, hasta que se me demuestre lo contrario...